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TRASTORNOS ALIMENTICIOS
Vuelve a disfrutar de la comida como antes
Con el paso del tiempo, el metabolismo puede verse afectado por diversos factores como por ejemplo la edad, el peso, la genética, subidas y bajadas de peso, factores exógenos etc. O por procesos hormonales como la regla, la ovulación, los embarazos, la menopausia, etc.
Este tipo de cambios en nuestro cuerpo provocan que el metabolismo vaya variando a lo largo de nuestra vida, pudiendo ocasionar con ello, un posible aumento de peso en forma de grasa no muy deseado, o por ejemplo también, la aparición de alguna patología, como por ejemplo Tiroidea, que nos predispone, en algunos casos, a padecer sobrepeso o algún grado de obesidad entre otras cosas, de ahí que debamos controlar de forma cuidadosa la alimentación según cada persona y cada contexto.
También pueden surgir distintas intolerancias a algunos nutrientes que pueden ocasionar ciertos daños en nuestro entorno intestinal. En la mayoría de los casos, estos problemas solo pueden ser controlados mediante una planificación nutricional específica para esa intolerancia o alergia alimentaria en concreto.
En todos estos casos, desde nuestro gabinete, estarás acompañado en todo momento de nuestros dietistas-nutricionistas durante todo el proceso de eliminación e incorporación de los alimentos necesarios según tu afección, para que así puedas disfrutar de una mejora en la calidad de tu vida, mientras sientes como desaparecen los síntomas negativos de estas patologías en cuestión.
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Obesidad

En España, en la actualidad, aproximadamente el 40% de la población padece obesidad o sobrepeso, además, esta enfermedad es más prevalente en las mujeres que en los hombres.
El sobrepeso y la obesidad son el resultado de un desbalance positivo entre la comida que ingerimos y las calorías que gastamos, es decir, el cuerpo tiene diariamente un aporte energético superior al que necesita, esto ocasiona una acumulación de tejido adiposo a nivel subcutáneo y alrededor de nuestros órganos vitales.
Al principio, la grasa se va acumulando debajo de la piel, pero cuando ya no le queda más espacio, comienza a acumularse alrededor de los órganos, éste último caso, es, sin lugar a dudas, el escenario más conflictivo, ya que puede ocasionar riesgo de infarto, hígado graso y una cascada de patologías asociadas, que, llegadas a un punto, serían muy difíciles de revertir.
La obesidad también está asociada con desequilibrios emocionales como la depresión, ansiedad, constante cansancio, apatía a la hora de asumir algún proyecto, etc. Asimismo, la restricción de la actividad física que suele estar asociada, puede ser un factor de riesgo para otras enfermedades como, por ejemplo, la resistencia a la insulina, diabetes tipo 2, hipertensión, hipercolesterolemia, insuficiencia respiratoria, fatiga adrenal, apnea del sueño, etc.
Para tratar el sobrepeso y los distintos tipos de obesidad que existen, se requiere ayuda profesional, ya que, de hacerlo por cuenta propia, podemos poner en riesgo nuestra salud.
Nuestro personal sanitario, experto en el diseño y la adaptación de propuestas alimentarias dirigidas a todo tipo de patologías, además de nuestro equipo de profesionales en la actividad física, se encargará de facilitarte los medios y las herramientas para trabajar la reeducación alimentaria que necesitas, así como consiguiente acondicionamiento físico para tu caso.
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Peso Insuficiente

El peso insuficiente es un problema mucho más común de lo que piensa la mayoría de las personas, un índice de masa corporal por debajo de lo aconsejado puede acarrearnos muchos problemas, tanto en el hombre como en la mujer.
Un error muy habitual es tratar de subir de peso incorporando a la dieta alimentos ultra procesados, pensando que puede ser una solución sencilla para lograr hacerlo, pero nada más lejos de la realidad.
Bajo la falsa apariencia saludable de un cuerpo delgado, se pueden esconder multitud de patologías, y la mayoría de ellas están relacionadas con la desnutrición.
Con el abuso de alimentos procesados, lo que conseguimos es el deterioro de nuestro organismo, ya que estos alimentos no nos aportan los nutrientes necesarios para la construcción y el desarrollo adecuado de nuestros tejidos. Esto impide el aumento de peso estamos buscando, y destroza nuestro sistema endocrino e inmune, dejándonos al descubierto ante cualquier tipo de enfermedad.
En el caso de la mujer, que es la que más lo sufre en estos casos por sus especificidades hormonales, podría conducirla a patologías como por ejemplo la de “ovario poliquístico, hipotiroidismo, irregularidad en la menstruación o incluso amenorrea” que es la pérdida por completo del ciclo menstrual, con todas las consecuencias negativas que esto acarrearía.
En nuestro gabinete contarás con todas las herramientas necesarias para lograr recuperar un índice de masa corporal óptimo, con el que podrás disfrutar de ese estado de salud tan necesario para todos.
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Ciclos Circadianos

Los ciclos circadianos son ritmos biológicos especialmente importantes para el ser humano, estos regulan diversos procesos fisiológicos en nuestro organismo a lo largo de las 24 horas que dura el día.
Estos ciclos están influenciados principalmente por la luz solar y la oscuridad, y el equilibrio de estos ciclos es esencial para poder mantener una salud óptima.
Al sincronizar nuestras comidas con los ritmos circadianos, podemos mejorar la eficiencia metabólica, evitar trastornos digestivos y aumentar nuestros niveles de energía durante el día. Además, un sueño de calidad está estrechamente vinculado con el equilibrio hormonal, lo que influye en el control del apetito y la regulación del peso corporal.
Nuestro equipo de profesionales te guiará para que puedas adaptar tus hábitos alimenticios con tus ritmos circadianos, ayudando a optimizar tu salud, mejorar tus digestiones y alcanzar tus objetivos de bienestar y calidad de vida de forma saludable.
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Tratamiento de la Celiaquía

La celiaquía es una intolerancia al gluten de carácter permanente que provoca, en individuos genéticamente predispuestos, una atrofia de las vellosidades del intestino delgado que afecta a la capacidad de absorber los nutrientes de los alimentos.
El gluten es una proteína que está presente en cereales como el trigo, la avena, la cebada, el centeno y la espelta. Además, está presente también en multitud de productos que una persona podría consumir diariamente.
La ingesta de gluten en personas celíacas, aunque sea en muy poca cantidad, provoca una reacción en el intestino delgado que causa una inflamación crónica que tiene como consecuencia la atrofia de las vellosidades intestinales, acompañada de síntomas que varían según los casos (dolor abdominal, estreñimiento, náuseas, vómitos, disminución del apetito, etc.).
En los pacientes celíacos estas vellosidades se atrofian completamente, lo que daña la mucosa intestinal. Esta reducción de las vellosidades intestinales disminuye o impide la absorción de los nutrientes como: las proteínas, las grasas, los hidratos de carbono, vitaminas y sales minerales, y causa desequilibrios nutricionales pudiendo ocasionar desnutrición.
La celiaquía se puede controlar a través de una dieta específica y personalizada. Llevar una dieta personalizada basada en alimentos sin gluten, no es tan complicado como a priori puede parecer. Deberemos
tener en cuenta aquellos cereales que lo contienen, así como aquellos productos que por su manipulación pueden contener trazas de estos alimentos que sí contienen gluten.
El tratamiento dietético de la celiaquía consiste en la ingesta de una dieta sin gluten de por vida. Esta patología no tiene cura, pero una vez se produce el cambio a una dieta basada en alimentos sin gluten, se observa una mejoría en las digestiones al recuperarse las vellosidades intestinales en un periodo de tiempo variable que pueden ser meses o incluso semanas.
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Intolerancia y Alergia Alimentaria

Existe una clara diferencia entre una alergia y una intolerancia alimentaria.
Una alergia alimentaria es una respuesta anormal de nuestro sistema inmunitario ante la presencia de determinados componentes de un alimento, mientras que una intolerancia alimentaria es aquella forma de sensibilidad a determinados alimentos en la que no interviene ningún mecanismo inmunológico.
En el caso de la alergia alimentaria, podemos identificar claramente a qué componente del alimento ha respondido nuestro cuerpo mediante una prueba de laboratorio y por qué los síntomas clínicos son inmediatos. Por comer o tocar un alimento, nuestra piel puede empezar a mostrar hinchazón o urticaria, puede afectar a nuestro aparato digestivo dando lugar a dolores abdominales y vómitos e incluso afectar a nuestro aparato respiratorio entre otras partes de nuestro organismo.
En el caso de la intolerancia alimentaria a algún alimento, la aparición de síntomas no es inmediata y cuando aparecen suelen ser síntomas gastrointestinales o dermatológicos.
Es por este motivo por lo que nuestros Dietistas-Nutricionistas están especializados en estos casos tan delicados, ellos te acompañarán y guiarán para que no sientas esa incertidumbre diaria a la hora de saber qué es lo que puedes, o no puedes comer.
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